Pocas películas han sabido fusionar la lucha contra el racismo y los roles de género como «Criadas y señoras», adaptación de la afamada novela de Kathryn Stockett («The Help» es su título original). En ella, Emma Stone encarna a una joven de Mississippi que en los años 60 regresa de la universidad decidida a convertirse en escritora.

Su llegada altera la vida de la ciudad e incluso la de sus amigas de toda la vida porque se ha propuesto entrevistar a las mujeres negras que se han pasado la vida al servicio de las grandes familias sufriendo todas las formas de discriminación racial.

La protagonista no solo tiene que lidiar con su propia familia y su entorno más cercano, que no entiende que no cumpla con su cometido predeterminado de ser simplemente una «señora», sino que también va descubriendo el racismo que impregna cada rincón de sus alrededores y de su propia casa.

Ella está decidida a romper la rueda. Y buena parte de su tesón y de su esfuerzo se lo debe precisamente a la «criada» de su familia, interpretada por Viola Davis, quien le repetía, de pequeña: «Tú eres buena, tú eres lista, tú eres importante». Una frase tan sencilla como trascendente. Para grabársela a fuego frente al machismo y el racismo.