En la calle de la Chapelle de París se ha dado un pequeño paso por la igualdad de género y la memoria histórica: se han instalado diez imponentes figuras doradas de casi cuatro metros de altura que homenajean a mujeres pioneras que marcaron la historia en distintas disciplinas y épocas.

Porque hablamos de una ciudad que presume de ser la capital mundial del arte, pero donde la visibilidad femenina en el espacio público sigue siendo una asignatura pendiente. De las cerca de 300 estatuas públicas que ocupan plazas, parques y calles de París, solo alrededor de 40 representan a mujeres, un 13 % del total.

Estas esculturas no son nuevas. Forman parte del legado artístico y cultural de los Juegos Olímpicos de París 2024, ya que durante la ceremonia inaugural emergieron de forma simbólica a las orillas del río Sena, reivindicando la importancia de la memoria femenina en un evento de resonancia global.

La calle de la Chapelle es una zona que fue completamente renovada para los Juegos, junto con el estadio Adidas Arena, construido especialmente como paseo peatonal que combina deporte y cultura.

Quienes acudan ahora podrán contemplar estas esculturas fabricadas en resina polimérica reforzada con fibra de vidrio y creadas mediante impresión 3D en talleres franceses, que brillan por la fuerza simbólica de sus protagonistas.

Entre ellas destacan figuras como Christine de Pizan, la primera escritora feminista europea, autora de «La Ciudad de las Damas»; Olympe de Gouges, valiente activista de los derechos humanos y autora de la histórica «Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana»: o Alice Milliat, pionera del deporte femenino en Francia.

También la inolvidable Simone Veil, superviviente del Holocausto y artífice de la legalización del aborto en Francia, símbolo de la lucha por los derechos de las mujeres en el siglo XX.