Cada vez más actrices se animan a ponerse detrás de las cámaras y aumentar así el cupo de directoras de nuestro país. A los casos más recientes de Paz Vega con «Rita» o Marta Nieto con «La mitad de Ana», se une ahora la actriz española María Valverde.

La cineasta debuta con el documental «El canto de las manos», un proyecto muy conmovedor rodado en Venezuela, que cuenta la historia de tres jóvenes sordos (Jennifer, José y Gabriel) que participan en una ópera muy especial: «Fidelio», la única ópera compuesta por Beethoven cuando ya había perdido la audición.

La película, que es también una colaboración artística con su pareja, Gustavo Dudamel -uno de los directores de orquesta más reconocidos del mundo y el actual director de la Filarmónica de Los Ángeles-, plantea una reflexión sobre el acceso a la música, la importancia de la lengua de signos como herramienta de integración y el papel del arte como vía de cambio social.

El documental, que ya fue presentado hace meses en el Festival de Málaga y acaba de proyectarse en el Atlántida Film Fest de Palma de Mallorca, explora la sordera a través de la música y muestra el aislamiento que los protagonistas experimentan por ser sordos, comprendiendo que las composiciones musicales no solo son su refugio, sino su salvación y su esperanza.

La propia María Valverde ha explicado que «El canto de las manos» busca dignificar el arte de las personas sordas y concienciar sobre las barreras que todavía existen en la educación y en la sanidad. Lo que comenzó como una idea abstracta -con motivo del 250º aniversario del nacimiento de Beethoven- se transformó, según el compositor Dudamel, en «una utopía hecha realidad».