Hace más de dos décadas que la investigadora y educadora Claudia Zaslavsky dio a conocer una revolucionaria teoría tras indagar durante años en el arte rupestre más antiguo. Especializada en etnomatemáticas, argumentó que la autoría del arte prehistórico no debía atribuirse, como las imágenes de los libros dedicados al tema parecen asumir, únicamente a varones. Es decir, es posible que las mujeres tuvieran un papel determinante en el origen del arte y las matemáticas.

Esta conclusión fue bautizada en 2010 como la «conjetura Zaslavsky» y desde entonces muchos divulgadores y divulgadoras de los nuevos descubrimientos del arte rupestre la mencionan como posibilidad, si bien nunca ha llegado a corroborarse.

Así lo recoge ahora la exposición «Arte y Matemática en la prehistoria» de la Casa de las Ciencias de Logroño, que puede visitarse hasta el 12 de septiembre. Además de contar con las mujeres como protagonistas de su cartel, en esta muestra se detalla la importancia del arte figurativo prehistórico desde la interpretación matemática.

En este sentido, la Asociación Cultural Reinos de España, productora de la exposición, detalla que las «miradas aritméticas» al arte rupestre dejan siempre esta duda sobre la mesa: «No sabemos si los autores fueron hombres o mujeres».

Es este punto donde citan primero a la investigadora Dana Taylor quien en 1991 afirmaba que la naturaleza cíclica de la menstruación «ha jugado un papel esencial en el desarrollo de la contabilidad, la matemática y la medida del tiempo”. Fue unos meses después cuando Claudia Zaslavsky promulgó que las mujeres «fueron los primeros matemáticos de la Historia” al responder a su propia pregunta acerca: “¿Quién sino una mujer que lleva la cuenta de sus ciclos necesitaría un calendario lunar?”.

La asociación añade que historiadores de la matemática como Grattan-Guinness admiten “la posibilidad de que las mujeres del pasado percibieran la correlación
entre las fases lunares y sus períodos”. Y prehistoriadoras como M. Patou-Mathis y M.
Sánchez Romero reivindican el papel de las mujeres en el pasado.

Sin embargo, hoy en día aún no se ha conseguido corroborar la “conjetura Zaslavsky”. Como ocurre con muchos teoerías científicas o investigaciones relacionadas con la prehistoria, serán otros hallazgos futuros los que puedan confirmar esta posibilidad. Y eso, un importante avance al reivindicar el papel de la mujer en el arte rupestre, tendría que poner de acuerdo a la comunidad científica.