Si a Freida McFadden, el seudónimo bajo el que escribe una médica especialista en lesiones cerebrales, le hubieran dicho hace 20 años que uno de sus libros de ficción se iba a convertir en un petardazo mundial de ventas, traducciones y comentarios a escala internacional, a lo mejor no se lo hubiera creído. Pero así ha sido en el caso de «La asistenta».

La doctora y escritora estadounidense no es precisamente una debutante. Lleva escribiendo novelas. En 2013 autopublicó «The Devil Wears Scrubs», una novela autobiográfica humorística sobre su vida como médica residente, explotada y humillada por un superior autoritario.​

Después, durante 10 años y siempre con seudónimo siguió autopublicando sus primeros libros, hasta que una editorial digital la descubrió y le ofreció publicar uno de ellos. Así llegó «La asistenta». La escribió entre 2018 y 2019 pero no se publicó hasta 2023, por las propias dudas de la autora debido a su «lado oscuro».

¿Por qué tales reservas? Leerlo es comprenderlo pero no puede explicarse aquí sin que reventemos el secreto más brillante de la novela. En ella, se narra la historia de una joven que entra a trabajar como criada en el lujoso hogar de los Winchester (un matrimonio y la hija de la esposa, no del esposo). Una vez allí, y alojada en un desván claustrofóbico de la casa, empieza a observar comportamientos de lo más extraños.

La cuestión es que la protagonista, según descubrimos desde el principio, tiene sus propios secretos. Ha estado en la cárcel, está desesperada por rehacer su vida y mantiene abiertas heridas muy profundas que hacen que analice su nueva experiencia laboral con ciertas… particularidades.

Freida McFadden compone así un thriller psicológico a varias bandas, donde cumplen un papel fundamental los roles de género y donde poco a poco se va abriendo una caja de pandora repleta de valentía feminista mezclada con intriga, desasosiego y alguna que otra pirueta narrativa de lo más perturbadora.

El fenómeno de este libro ha sido tal que ya se ha convertido en saga. Le siguen «El secreto de la asistenta», «La asistenta te vigila» y «La boda de la asistenta». Ahí es nada. Todo un fenómeno con nombre de mujer que ha convertido a la doctora McFadden (su verdadero nombre no se conoce y en sus breves apariciones suele llevar peluca) es un referente literario. Insistimos, ojo al final del primer libro. Es toda una declaración de principios.