Todo empezó con el libro «La princesa de hielo» en 2007. Se convirtió en una obra superventas y en un fenómeno literario sin precedentes en Suecia. Después, traspasó fronteras y sedujo a medio mundo. Su autora, Camilla Läckberg, tenía entonces 29 años y había escrito su primer cuento con tan solo cinco años.

Esta obra supuso el inicio de la serie de 11 libros que componen «Los crímenes de Fjällbacka» (el pueblo natal de la novelista) protagonizados por la escritora Erica Falck y el policía Patrik Hedström. La creación de estos personajes ficticios y la forma en que la autora ahonda en su relación y en la de todos aquellos que mienten, sufren, viven, mueren y respiran en cada libro, emana un humanismo poco habitual en el noir literario nórdico.

Con «La princesa de hielo», la escritora asentó esas bases y fue más allá del canon masculino, genial pero desgastado, de los famosos Stieg Larsson y Henning Mankell. ¿De dónde procede? Puede que de su fascinación por los casos de asesinato desde que era muy joven, como contraste de la vida idílica de su infancia.

Camilla Läckberg estudió Economía y Derecho mercantil en la Universidad de Gotemburgo. Después de graduarse, se trasladó a Estocolmo, donde estuvo dos años trabajando como economista. Ella los ha descrito en ocasiones como «años infelices», ya que su sueño de llegar a ser escritora seguía presente.

Finalmente consiguió un curso de redacción como regalo de Navidad. Se centraba en la narración de crímenes y lo organizada la asociación de escritores Ordfront. Mientras estudiaba, comenzó su primera novela. Y después llegó el éxito.

Su segunda novela, «Los gritos del pasado», en 2008, consolidó su estilo narrativo, marcado por la mezcla de misterio, intriga y subtramas personales, y sentó las bases de su universo literario en la localidad de Fjällbacka, donde se desarrolla la mayor parte de su obra. El uso del escenario costero sueco y sus secretos también contribuyó a una ambientación de contrastes ambientales que casi se puede sentir.

Pero ante todo, es la relación entre Erica Falck y el policía Patrik Hedström, que evoluciona a lo largo de los libros, la que llena de realismo sus novelas. Está construida sin estridencias, con ternura, dolor y obstáculos. Con amor, ante todo. Y eso es lo que convierte a los libros en todo un tesoro de emociones. Otro canon literario propio con nombre de mujer.