Que Rosalía iba a sorprender con su siguiente álbum todo el mundo lo esperaba. Pero que lo haya hecho con una fusión de géneros hasta ahora no del todo explorada, sí que ha dejado a muchos boquiabiertos.
«Lux», su nuevo trabajo, publicado hoy en su totalidad, ha nacido entre la expectación y sucesivas polémicas por supuestas filtraciones. Es un inmenso autopanegírico musical donde los géneros, más que fusionarse, hacen una simbiosis imposible: la ópera, la música clásica, el rock sinfónico, los coros y algo de copla y flamenco asomando entre las notas más altas de la inimitable voz de la artista catalana.
Junto a todo ello, sus letras son una jornada de puertas abiertas al alma de la cantante. Rosalía le canta a la fe, pero a una fe en su propia creación artística, a un dios que es un stalker (acosador), al despecho y al desamor, y también a una espiritualidad que convierte el álbum casi en conceptual.

Es una suerte de musical sinfónico donde las canciones se rompen a cada rato para verter melodías sin estribillo, sin una estructura convencional, únicamente al servicio de la rompedora musicalidad de Rosalía. Por elegir, nos quedamos con los temas «La perla» y «De madrugá».
El primer lanzamiento ha sido la canción «Berghain», que ya tiene más de 28 millones de escuchas en Spotify. Recibe el nombre de una famosa discoteca de música tecno de Berlín y es una colaboración con la cantante islandesa Björk e Yves Tumor, cantada en inglés, castellano y alemán. Ambas artistas ya se dieron la mano hace tiempo en «Oral».
En el videoclip, dirigido por Nicolás Méndez y de la productora audiovisual Canada (a cargo de piezas como «Malamente» o «TKN»), la artista hace diversas referencias religiosas, como un cuadro del sagrado corazón o imágenes de la virgen.
El álbum se ha grabado con la Orquesta Sinfónica de Londres e incluye también las voces de Carminho, Estrella Morente o Silvia Pérez Cruz, entre otros. También destacan los coros de la Escolanía de Montserrat y de L’Orfeó Català.
Con todo ello, la mística femenina y la transformación inundan todo en «Lux», en cuya portada Rosalía aparece ataviada con una cofia a la manera de una monja, pero con los brazos atándose a sí misma dentro una especie de camisa de fuerza. Lo dicho, Rosalía siempre sorprende. Y ahora lo ha hecho abriendo su alma hasta la extenuación. Esa es su nueva luz.


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