En 1991, se produjo un revulsivo en la historia del cine afrofeminista cuando la película «Daughters of the Dust» se convirtió el primer largometraje dirigido por una mujer afroamericana que obtuvo un estreno comercial en salas de Estados Unidos. Su creadora: Julie Dash, también guionista y productora del filme, y que hasta entonces ya había dirigido algunos cortometrajes.
Ambientada en 1902, la película se centra en tres generaciones de mujeres gullah (o geechee) de la familia Peazant en la isla de Saint Helena, Carolina del Sur, mientras se preparan para emigrar del sur rural hacia el norte.
La película recibió en su momento grandes elogios de la crítica por sus exuberantes imágenes, el uso del idioma gullah y su estructura narrativa no lineal. Supuso un antes y un después en la concepción del cine, no solo afroamericano, sino también feminista.
El reparto incluye a Cora Lee Day, Alva Rogers, Barbara-O, Trula Hoosier, Vertamae Grosvenor y Kaycee Moore. Se rodó en localizaciones de la isla de Saint Helena, con Arthur Jafa como director de fotografía. La película se estrenó en el Festival de Cine de Sundance en 1991, donde precisamente este último ganó el premio principal a la mejor cinematografía.
Un dato curioso sobre su trascendencia es que «Daughters of the Dust» fue seleccionada para su preservación en el Registro Nacional de Cine de Estados Unidos por la Biblioteca del Congreso en 2004, al ser considerada «cultural, histórica o estéticamente significativa».
Posteriormente, la película fue restaurada y reestrenada en 2016 por Cohen Media Group para conmemorar su cuarto de siglo. Y su estela ha sido tan firme desde entonces que Julie Dash ha escrito dos libros relacionados con la película: unas memorias sobre su realización, coescritas con Toni Cade Bambara y bell hooks, y secuela ambientada dos décadas después de los acontecimientos del filme.
Hoy en día, la andanzas de la saga de esta familia todavía siguen vigentes, sobre todo como huella cultural en la igualdad de sexos y de razas.


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